Stendhal y su espejo
Famosa frase de Stendhal, quien
en el prólogo a su obra “Rojo y negro”
defiende la estética realista que comenzaba a imponerse en la Francia de su
tiempo frente a las duras críticas de esta nueva forma de novelar:
«Una novela es un espejo que se pasea por un ancho camino. Tan
pronto refleja el azul del cielo ante nuestros ojos, como el barro de los
barrizales que hay en el camino. ¡Y el hombre que lleva el espejo en el cuévano
será acusado por ustedes de ser inmoral! Más justo sería acusar al largo camino
donde está el barrizal y, más aún, al inspector de caminos que deja el agua
estancada y que se formen los barrizales».
Al
subtitular esta novela, Crónica del siglo
XIX (en algunas ediciones figura también como Crónica de 1830), Stendhal intentó que su espejo reflejara esa
sociedad sofocante que, según sus propias palabras, prevalecía en “la Francia
grave, moral, triste que nos han legado los jesuitas, las congregaciones y el
gobierno de los Borbones de 1814 a 1830”, tan diferente de “la Francia alegre,
divertida, un poco libertina que, de 1715 a 1789, fue el modelo de Europa”.
Estilo indirecto libre
El estilo indirecto libre (o discurso indirecto libre) comienza a utilizarse en la novela realista del siglo XIX. Es un
estilo narrativo en el que se insertan en la voz del narrador enunciados propios de un personaje, que se reconocen
mediante marcas que descartan la vinculación de ese registro del lenguaje o punto de vista con el narrador. En el
enunciado del narrador aparecen interferencias e hibridaciones del discurso propio de los personajes, insertando
en el relato fragmentos de su discurso que no son introducidos expresamente mediante marcadores o conectores
como “dijo”, “Continuó”, “añadió”, “Pablo:”, “–“ etc.
En estilo directo: «–¿Cómo no se me ocurrió?»
En estilo indirecto: «Pensaba que cómo no se le había ocurrido.»
En estilo indirecto libre: «¿Cómo siendo aquello tan sencillo no se le había ocurrido a él?»
El empleo de «tú/te» y de «él/su» indica muchas veces que el narrador está presente, ya que el personaje no
pronuncia las palabras. Nótese la variación en el tiempo verbal (de pretérito perfecto simple a pretérito
pluscuamperfecto y pretérito imperfecto), pero sobre todo la presencia en el discurso enunciador de sentimientos y
deseos propios del personaje que hace que el discurso del narrador se funda con el del personaje.
Un ejemplo de cómo se introduce dentro de la narración es:
«Ana prefería aquella soledad; ella la hubiera exigido si no se hubiera adelantado Vetusta a sus deseos.
Pero cuando, ya convaleciente, volvió a pensar en el mundo que la rodeaba, en los años futuros, sintió el
hielo ambiente y saboreó la amargura de aquella maldad universal. ¡Todos la abandonaban! Lo merecía,
pero... de todas maneras ¡qué malvados eran todos aquellos vetustenses que ella había despreciado,
siempre, hasta cuando la adulaban y mimaban.»
Leopoldo Alas, La Regenta, 1885
☞ El estilo indirecto libre es un modo de enunciación original que se basa en la existencia de dos
voces narrativas. En el estilo indirecto libre se confunde la voz del narrador con la del personaje.
El lector percibe que existe una discordancia entre lo que dice el narrador y otras palabras que
aparecen en el texto y que se atribuyen a otro personaje. Esta discordancia se refleja en las
diferentes actitudes de cada una de las voces narrativas o en el lenguaje utilizado por una y otra.
Es imposible adjudicar el discurso a un emisor único.
☞No existen marcas lingüísticas específicas para señalar la aparición del estilo indirecto libre. No
obstante, posee una serie de características:
– No aparecen oraciones introducidas por verbos de lengua o de pensamiento.
– No aparecen marcas formales de subordinación entre las oraciones de cada una de las voces
narrativas.
☞En la reproducción de los pensamientos del personaje aparece siempre algún elemento que le
permite al lector darse cuenta de que estas palabras no corresponden a las de la voz del narrador.
Estos elementos pueden ser:
– Imitación de la forma de hablar propia de un personaje.
– Presentación de un punto de vista distinto al del narrador.
– Los pensamientos del personaje se presentan como oraciones independientes y con entonación
propia.
Flaubert: "El artista debe estar en su obra como Dios en la Creación, invisible y todopoderoso, de tal manera que se sienta en todo, pero que no se le vea."
Sus características son:
- Aligera la narración al eliminar algunos elementos gramaticales (El verbo introductor y la conjunción "que")
- Permite una penetración del punto de vista del autor en lo que el personaje dice o piensa. Es como si lo conociera íntimamente, como si el personaje y el narrador se fundieran en una sola persona.
- Es más verosímil. El lector percibe aquello con mayor "verdad"
El estilo indirecto libre significó el primer paso de la novela para narrar directamente el proceso mental, para describir la intimidad, no por sus manifestaciones exteriores (actos o palabras) a través de la interpretación de un narrador o un monólogo oral, sino presentándola mediante una escritura que parecía domiciliar al lector en el centro de la subjetividad del personaje.
"Se repetía: “¡Tengo un amante!, ¡un amante!”, deleitándose en esta idea, como si sintiese renacer en ella otra pubertad. Iba, pues, a poseer por fin esos goces del amor, esa fiebre de felicidad que tanto había ansiado".
Madame Bovary, Flaubert
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